Adiós a una gran amiga.
Lilia, donde quiera que estés siempre te recordaré.
Siempre llevare en mi tu recuerdo de alguien que supo ser siempre buena hija, buena hermana, buena madre pero sobre todo buena amiga.
Me enseñaste que es más hermoso dar que recibir. Que siempre teniamos que ver por el bienestar de las personas que amamos y que en eso ibamos a encontrar nuestra felicidad, que siempre estabas en todo momento para lo que se pudiera ofrecer, en la dificultad o la alegría o la tristeza siempre, siempre siempre estabas ahi, aqui.
Gracias por todo lo compartido, gracias por haber sido parte de tu historia.
Descansa en paz amiga y hermana mía. Seguramente estás con el Sr.
